La comedia Standup y su migración a nuestra sociedad y país, según mí entendido, se hace posible en base a los cambios sociales y culturales relacionados a la nueva mirada y postura de los nuevos movimientos progresistas. El activismo homosexual, la lucha por los derechos de la mujer, o el feminismo, entre otros, como movimientos que propician y replantean la inclusión e igualdad, vienen acompañados de un lenguaje que veta y crítica las antiguas posturas de corte machista y conservador, promoviendo un nuevo respeto por los derechos personales, de la misma manera que en sus orígenes en Norteamérica, donde inicialmente el lenguaje Standup y la forma de humor, estaban asociados a un activismo social desarrollado por los primeros comediantes, entre otros Leny Bruce, George Carlin, Bill Hicks.

Siendo bastante escueta está referencia, si nos puede dar una clara confirmación la propia lógica constructiva del humor que se venía desarrollando, donde el prejuicio social (las rubias son tontas, las suegras malvadas, los cojos no son confiables, etc.) y las generalidades (decir: todos los hombres, todas las mujeres, etc.) comienzan a sufrir el veto de los públicos que hacen suyas y legitimas las demandas de los movimientos progresistas a través del lenguaje en primera instancia.

El humorista ya comienza a ser delimitado en sus propuestas, dichos y chistes, donde referencias como “el colita” o “el marica”… “las mujeres rubias” o “los negros”… se definen claramente como una falta de respeto y una forma que denigra a la persona.

La nueva mirada social, se conjuga con la mejor versión Standup y hace posible su entrada, – y digo mejor versión, ya que en el proceso de entrada e instalación, el Standup, coexiste aún con el humor antiguo, prejuicios sociales y generalidades, y muchas propuestas que si bien se estructuran bajo el formato, todavía se tiñen de este tipo de referencias – pero este era su tiempo y no otro, el Standup finalmente llega y se comienza a depurar junto a los nuevos agentes del humor y la comedia.

El Standup es un nuevo lenguaje para el humor en nuestro país y su forma y estructura es a la medida de la nueva realidad social que vivimos.