No trates de ser Gracioso. El Standup es una técnica para la construcción de libretos de humor. El mejor manejo de la técnica, escrita y ejecutada, hará que logres lo necesario para hacer reír.

Escribe. La técnica para perfeccionar nuestro trabajo es la escritura, pero más aún, la reescritura. Cualquier guionista o libretista compartirá la misma experiencia, escribir y reescribir es la única forma de llegar a ser excelentes. Esto se llama hacer “Oficio”, acostumbrarse a escribir constantemente. No esperes la iluminación, menos en Standup, es la observación y no la creatividad la que más te ayudará.

Diviértete. Dicen que hacer humor es algo serio, pero no significa que no lo pases bien, sobre todo escribiendo. La frustración es nuestra compañera y amiga, y estará presente recurrentemente solo para indicarte que vas por buen camino.

Mejor acompañado. Si tienes un conocido, amigo o familiar, que tenga la capacidad de ver/escuchar tu texto como público, será muy bueno, hacerte de observaciones, pero de manera franca, “no necesitamos aduladores”, necesitamos una mirada externa, neutra, y por supuesto tener la capacidad de recibir críticas constructivas.

Un Partner Comediante. Es de gran ayuda alguien que ya maneje el formato o que trabaje en comedia. También es una mirada externa, y mejor si cuenta con experiencia. A veces un comentario, una idea suelta, serán de gran ayuda para salir del paso, sobre todo cuando estamos complicados.

Paciencia. Es esencial que le des tiempo a tu trabajo. No te haces comediante en una semana, un mes, ni un año. Es trabajo y dedicación. Ensayo y error. El público te dirá cuando estés listo. No seas parte del exitismo tan en boga en nuestra sociedad. Nuestro aprendizaje y entrenamiento no acaba nunca y cada oportunidad escénica es una oportunidad para seguir perfeccionándote.

Aprende en Escena. Las presentaciones y/o show, son un espacio también para el constante aprendizaje. Sobre todo cuando comienzas, toma cada espacio escénico como un lugar de entrenamiento, donde podrás tensar tus textos y tu puesta en escena. Aprende a estar consciente en cada presentación para que te alimentes del público, de sus reacciones, son una fuente de retro-alimentación constante.

Evoluciona. Debes tener la capacidad de ver tu desarrollo y evolución, y que este sea constante. Si vas de bar en bar repitiendo como loro tus textos, seguramente te sentirás muy cómodo, le perderás el miedo al público, pero de ninguna forma asegura tu evolución.

No te enamores… de tus chistes. Todo nuestro material es susceptible de ser cambiado y mejorado, pero también desechado. No te empecines en un chiste porque crees que podría funcionar. Todo nuestro material tendrá su prueba de fuego y hay que saber reconocer que material funciona y cual no.